domingo, 1 de noviembre de 2009

Reciclaje de computadoras.



En las ultimas décadas, hemos observado un incremento en el uso y dependencia de las computadoras. Esto nos presenta una encrucijada a la hora de decidir qué hacemos con las unidades y periferales que por el pasar del tiempo se vuelven “obsoletas”. Se ha creado un nuevo tipo de desperdicio sólido --- un nuevo tipo de desperdicio que debe ser manejado de una forma diferente, debido a la diversidad de materiales que en él se encuentran. De ahí nace el término “compubasura”: de un caso de mal manejo de desperdicios sólidos (que en algunas instancias se considera peligroso). Se denomina compubasura toda computadora, pieza de computadora, periferal o accesorio que ya no se usa, ya sea que esté almacenado o haya sido dispuesto por
considerarse obsoleto.

La disposición de compubasura resulta un reto formidable debido a las características que este desperdicio posee. Tiene materiales que son reciclables y que pueden ser recuperados, a la vez que tiene materiales que son clasificados “obsoletos” por las agencias reguladoras. Si estos últimos fuesen dispuestos de forma inadecuada, podrían causar serios problemas ambientales, e inclusive podría amenazar la salud pública. Sin embargo, el aspecto más importante es que este recurso, si se maneja adecuadamente, podría extender la vida útil de estos artículos, logrando obtener unos recursos que de otra manera resultarían virtualmente imposibles de conseguir debido a su alto costo en el mercado.

Introducción

Aunque la problemática sobre cómo disponer del equipo de computadoras es una real desde finales de la década de los ochenta, no se ha logrado crear un proceso de reciclaje eficiente. Aún cuando la computadora sea reciclable, no existe el lugar donde pueda ser llevada, ni la infraestructura para disponer del equipo. Esto se refleja en el intento de la ICL, industria encargada de la manufactura de computadoras en Inglaterra, por ofrecer un producto que fuera efectivamente reciclable. ICL informó en 1993 que sus nuevas computadoras personales eran 95% reciclables, sin embargo, ni la industria ni el gobierno tenían la infraestructura preparada para procesar el equipo que ICL le llevaba para reciclar (Johnston, 1993). Luego de varios estudios realizados en países tales como Alemania y Francia, en los cuales se analizó la generación de este tipo de desperdicio, se vió la necesidad de crear programas para manejarlo. Entre los datos obtenidos, se determinó que en la antigua Alemania Occidental se generaban más de 800,000 toneladas anuales de compubasura y hoy continúa aumentando (Johnston, 1993). Según un estudio realizado por la Carnegie Mellon University, en 1995 solamente se descartaron 25 millones de computadoras y se proyecta que para el año 2001 se estarán descartando 150 millones de computadoras a nivel mundial. Según muchos consultores industriales, el 75% del desperdicio se encuentra almacenado en desvanes, sótanos y/o garajes.

Buscando una solución a este problema de disposición, ciertas organizaciones ambientalistas han creado una estructura de reciclaje que reduce los desperdicios en la fuente y permite que lo que no se pueda reducir se recicle. La efectividad de esta estructura de reciclaje es casi total según la compañía Summit’s Electronic Recycling.

Ellos reclaman que han logrado que solo la mitad del 1% de los materiales que procesan terminen en los rellenos sanitarios. Esta estructura de recuperación, reducción y reciclaje se compone de 4 partes:

* Reuso: Utiliza las partes o componentes de otros sistemas para mejorar el propio. Crea productos nuevos usando las partes que no se puedan usar según el diseño original; puede crear libretas, carpetas y joyería.

*Reducción: Considera alquilar o mejorar computadoras en vez de comprar nuevas. Comparte la
computadora propia y compra sólo el equipo que necesita.

*Donación: Dona el equipo a un vecino, a escuelas, a caridades o a cualquier otra persona o entidad que necesite el mismo.

*Reciclaje (desmanufacturación): Luego de desmontar el equipo, el metal, el plástico y el vidrio se procesan para ser reusados. No descarta computadoras que no se puedan reparar o componentes que no se necesiten, sino que los lleva a los centros de acopio. Sin embargo, es la alternativa más cara.

Se pretende evitar que las computadoras, sus partes y periferales terminen yendo a los rellenos sanitarios o sigan ocupando espacio en los hogares o almacenes de sus dueños. En la actualidad, la entidad que cuenta con unidades de computadoras declaradas obsoletas sólo tienen una entre dos salidas: el relleno sanitario o la actualización (“upgrade”).

La actualización es el proceso mediante el cual el propietario de una computadora cambia algunas de sus partes por piezas nuevas de mayor capacidad o velocidad que las piezas originales. Las mejoras a una computadora cuestan entre $1,200 y $1,500 dólares por unidad (Currid, 1992), lo cual no permite que sea costo efectivo mejorarlas. Una unidad nueva PC puede costar alrededor de $1,775 (Trinidad, 1997). Sin embargo, bajo esta nueva estructura de reciclaje se proveen otras opciones. Como primera opción, se pueden donar las computadoras “obsoletas” a escuelas o individuos que no las pueden costear. Esta alternativa se haría más atractiva mediante la creación de nuevos proyectos de ley que popongan excenciones contributivas a los donantes de equipo (García 1997). La segunda opción es usarlas en la misma industria o comercio en tareas para las cuales sí estén cualificadas (Currid, 1992). Estas dos opciones no buscan sino utilizar la sofisticada fase del reciclaje de equipo cuando se agotan las otras alternativas.

Las computadoras son instrumentos que se deben manejar de forma diferente a otros materiales que se van a reciclar. Esto debido a su composición interna que consiste de varios tipos de materiales, a su vez reciclables individualmente (Gosch, 1992). En la mayoría de las computadoras existen los siguientes materiales en proporciones similares a las siguientes:

• Acero y metales no ferrosos 40% a 70%
• Cables y alambres 1.5% a 6%
• Tubos de despliegue Hasta 6%
• Materiales termoplásticos Hasta 20%
• Mezclas de plásticos 1.5% a 6%
• Materiales especiales (baterías, entre otros.) 0.3% a 0.5%

Entre los componentes para los cuales se está pidiendo regulación en su método de disposición se encuentran los circuitos impresos (“Printed Circuit Board”). Si se recuperan los metales de los circuitos sin indicaciones adicionales, estos podrían disponerse en los vertederos sin aplicarse regulaciones de desperdicios peligrosos.

Algunas de las de las sustancias peligrosas que podrían estar contaminando nuestras aguas subterráneas silenciosamente son el plomo y el PCB; el plomo se encuentran en los cristales de los monitores y el PCB en algunas piezas eléctricas. Debido a la presencia de estas sustancias muchas compañías desmanufacturan el monitor y envían el cristal a hornos (“Smelters”) para su disposición final segura. Por eso, entre otras razones, se debe proceder a crear programas especializados para la disposición de equipo en forma segura para la salud y el ambiente. La reglamentación ambiental ha comenzado a estar consciente de ello, aunque todavía queda trabajo por hacer.

En 1994 entró en vigor la primera ley que obliga y regula la disposición y el manejo de la basura electrónica, la cual fue creada en Alemania. Esta legislación dió origen al documento “Directiva para la reducción, minimización y reciclaje de materiales usados en equipo electrónico y eléctrico” (Gosch, 1992). Aún cuando en los Estados Unidos no se ha legislado como en Alemania, se han creado regulaciones a nivel estatal que sin estar enfocadas a reciclar el equipo en su totalidad, comienzan a dar énfasis al reciclaje de baterías de cadmio y níquel (Taff, 1992). En medio de esta regulación general, la alternativa de manejo aquí propuesta podría ser un buen punto de partida.

Después de todos estos cambios, la industria ha comenzado a cooperar en este esfuerzo mediante el uso de material reciclado en la manufactura de productos nuevos. Entre las primeras compañías que han seguido esta tendencia se encuentran IBM y Hewlett Packard, las cuales empezaron a manufacturar sus modelos de computadoras y periferales con 25% de plástico reciclado (Moore, K. 1995). El proyecto de reciclaje de Hewlett Packard a demostrado que su tipo de programa puede traer economías a las industrias y, a la par, mantener una alta calidad en el producto. Se estima que la compañía utilizará en las fases iniciales 5% de plástico reciclado (Moore, K, 1995), porcentaje que aumentará en la medida que el público se involucre más en el programa. Es, sin embargo, interesante señalar la falta de cualquier tipo de dato numérico concreto tanto respecto al aspecto negativo como al positivo de este tipo de iniciativa en Puerto Rico, obviando la compubasura como el problema serio de manejo que evidentemente es.

Luego otras compañías tales como AT&T, Digital, y UNISYS crearon sus propios programas de
recuperación. El problema de estos programas es su aplicación a los consumidores, ya que el envolvimiento del manufacturero termina con la venta del equipo. En la actualidad el programa de la compañía Digital es uno de los mejores.

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